el quinto mundo

Soy una arquitecta intentando desenredar la madeja de inquietudes en caldo de cultivo y conocimiento creciente que día a día me desbordan … delante de una realidad abundante, me siento pequeña y afortunada … @LaXiqetaXicotta


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Consumo de uno mismo

Puede ser que últimamente me esté obsesionando con Françoas Ascher, y es que muchas cosas que me rodean las puedo entender mejor des de que he leído “Diario de un hipermoderno”  donde el autor hace de su cancer terminal un escenario bien preparado y meditado para actuar y explicar la hipermodernidad desde su vida, acercándose sociólogo y vida personal y saltándo de la lejanía de la disciplina a la humanidad de lo cotidiano.

El consumo de uno mismo, (que es el tema que me interesa tratar ahora) es uno de los puntos claves de la hipermodernidad, cada vez necesitamos que nos expliquen con más detalle las cosas, somos más preguntones, tenemos más curiosidad, y hacemos esfuerzos de posicionamiento, tomamos más decisiones políticas (sobre todo en el consumo de bienes y servicios, por ejemplo al comprar café de comercio justo o usar la caña como material de construcción) pero a esto hay que añadir que no siempre somos consumidores: explicar y que me expliquen. El otro día fui a que me arreglaran la bici, que me la pusieran “a punto” cuando volví el señor me pidió 20 euros, había más gente y no me explico nada de lo que le hizo, me fui con mal sabor de boca y al rato lo entendí, quería saber qué le había hecho, el estado de las ruedas, de los frenos etc, pero me fui sin saberlo y eso me quita ventaja para futuros arreglos o problemas que puedan surgir. Pues bien, esto me toca aplicármelo a mi misma, explicar bien los procesos en los que se hace (hago, hacemos) arquitectura, y dar opciones para que el cliente-amigo pueda elegirexplicar=compartir conocimiento=generar debates=nuevos modos de ver=nuevos entendimiento= vínculos colaborativos, pero para que esto ocurra las dos partes tienen que estar predispuestas a: aprender, equivocarse, reírse, comprender y compartir.  Y entonces la ecuación se resolverá satisfactoriamente y de modo exponencial 🙂

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Recientemente he estado en un taller de construcción con caña en elche, Vicente Campos coordinaba el taller, abierto, gratuito y absolutamente participativo, en él yo jugué el papel de preguntona y más tarde me di cuenta que eran a mi a quien mucha gente preguntaban, me di cuenta que muchas de las respuestas eran intuiciones otras las sabía, pero aún así el debate era continuo y el aprendizaje enriquecido por estar trabajando desde la multidisciplina, y la multipertenencia social, con lo que cada uno aportaba sus experiencias y sabidurías. Procesos como estos son los que le dan calidad a las construcciones, pasas a formar parte de los procesos y te empoderan para ser semilla de otros que surgirán.

He borrado mis últimas entradas sobre fotografía. Estoy intentando aprender sobre el buen uso de Internet y encontrar otras plataformas que se adapten más a la visualización de mis inquietudes por la fotografía.  Hoy en día Internet es el servicio que más se consume, de forma (más o menos) gratuita accedemos a muchísima información, Internet fue uno de los reveladores en el camino hacia el consumo de uno mismo, esto lo convierte en la herramienta hipermoderna por excelencia, y lo demuestra día a día con su multiforma, su flexibilidad y resiliencia (como por ejemplo con posts cómo este sobre la educación líquida la era de la incertidumbre). Con todo esto añado que ayer estuve toda la mañana haciendo averiguaciones por Internet, para entender qué plataformas para fotografía existen actualmente y cual de ellas es la que me interesaba, tras perderme entre foros encontré éste link de mediosociales, donde bien resumido y machacadito te explican las posibilidades existentes hoy por hoy en el mercado. Finalmente me he aboerto una página en 500px, (http://500px.com/LaXiqetaXicotta), donde, lejos de pretender vender mi fotografía, lo que quiero es compartirla, aprender y tejer redes que fomenten mi entusiasmo por seguir construyendo mi mirada que yo la llamo construcción de mi realidad ficticia y por seguir sintiendo que la fotografía es un acercamiento meditativo a lo que me rodea, y que por ello soy más de fotografía analógica que digital, aunque ante un buen resultado no descarto ninguna.

Hace tempo leí en algún libro, que Cartier Bresson ofreció su cámara (una leica) a un colega suyo fotógrafo (el cual no recuerdo pero que quiero recordar) que solía usar una cámara estenopeica de madera, grande y aparatosa, y que estaba preparando un viaje fotográfico. Bresson le dijo: llévate mi cámara, verás que es más rápida y cómoda para la fotografía, a lo que su colega respondió: gracias, pero me quedo con mi caja de madera, esas cámaras modernas trabajan más rápido que mi mente, y la velocidad de la fotografía tiene que estar a compás de la del fotógrafo. 

bonita foto

pues algo así es lo que siento yo con la fotografía analógica, su velocidad se adapta más a mis procesos de pensar y reflexionar 🙂